Los sacapuntas tienen un alto perfil ambiental. El tulipwood estadounidense es una madera de frondosas abundante e infrautilizada, que además tiene un tiempo de secado relativamente rápido, por lo que emite un nivel más bajo de emisiones durante el proceso de secado en cámara. Es muy fuerte, duradera y estéticamente atractiva, lo que reduce la necesidad o el deseo de sustituirla. 

El conjunto de cuatro sacapuntas es prácticamente neutro en carbono. El uso de madera garantiza una gran compensación de emisiones de carbono gracias a la incineración de los desechos, una fuente de energía que sustituye a los combustibles fósiles. Los sacapuntas no llegan a ser del todo neutros en carbono debido a las cantidades relativamente grandes de energía eléctrica utilizada durante su fabricación en Benchmark.



La evaluación de ciclo ambiental (LCA) mide el posible intento de fabricar este producto. En este sentido, si el diseño se comercializase sería relativamente sencillo aumentar la eficiencia de la producción y garantizar ventajas considerables de reducción de las emisiones de dióxido de carbono.