Este proyecto requería una enorme cantidad de trabajo. Además de necesitar un alto nivel de artesanía y habilidad en la elaboración de los detalles, había un par de elementos especiales. Uno de ellos era el uso de las tiras de red oak estadounidense tejidas. Una vez que hubo realizado ensayos en su taller empapando un tablero de red oak estadounidense y viendo cómo se volvía maleable, para este proyecto puso a remojo tableros de esta madera de 2 mm de grosor en el arroyo del terreno de Benchmark con el fin de que se volvieran muy dúctiles. A continuación, los cortó en tiras y los tejió con la ayuda de un asistente.

El otro elemento especial era el tambor o cubierta enrollable para uno de los armarios. Normalmente, estos se hacen pegando tiras de madera a un soporte de tela, pero Cox lo hizo con piezas macizas de madera que se unieron mecánicamente, sistema que debería de tener una larga vida útil. Además, tuvo que crear la forma de poder llegar al mecanismo para sustituirlo en caso necesario. Dicho mecanismo está oculto por un cajón. Terence Conran comenta: «Aunque fabrico muebles desde hace 60 años, todavía estoy aprendiendo de Sebastian».