Tras la infructuosa búsqueda de una manija de madera adecuada para un proyecto residencial en que trabajaban, los arquitectos Karryn Dargie y Dean Baird de IN-TERIA, con sede en Hobart, decidieron que la harían ellos mismos.

Eso fue hace 7 años. En 2012 lanzaron su primera gama en Design.Made.Trade. Big O, Curvy, Stealth y Kaboom no escatimaron esfuerzos al montar lo que ahora es un próspero negocio que va más allá de ser un estudio de arquitectura tradicional. 

Aunque cada miembro del estudio desempeña una función distinta, diseñan juntos. Al ser también compañeros, además de socios, diseñar se convierte en una «conversación interminable» entre ellos. Su objetivo es jugar con la forma y el material, reinventar y, sobre todo, aprender: «Nos vemos como diseñadores y como colaboradores que “tiramos” juntos de hilos de ideas y los tejemos juntos, a la vez que pensamos en las limitaciones y oportunidades existentes, así como en la pragmática y la estética » afirman.

Su gama táctil de mobiliario de puertas rinde homenaje a tres de los principios fundamentales de su filosofía de diseño: el primero es que la forma sigue a la funcionalidad; el segundo, que hay que «perseguir la sencillez», y el tercero, que el objetivo es «crear belleza que perdure». «Lo que queríamos era producir objetos suaves, que invitaran a tocarlos y fueran cálidos al contacto con la mano. Debían asimismo envejecer bien y tener un hermoso aspecto lustrado para que fuera fácil realizar su mantenimiento in situ», añade Karryn. 

Los dos arquitectos hablan de cómo se ha desarrollado su relación con la madera como material y expresan cierta frustración ante la mención de «acabado» para referirse a la madera. «La madera no es un acabado, es un material natural con determinadas características y cualidades». Creen que el aumento de productos mecanizados, especialmente de chapas de madera, ha contribuido a esta confusión, y opinan que esta expectativa de neutralidad y uniformidad no se aviene con las singulares cualidades e inconsistencias de las maderas naturales. 

Las maderas de frondosas estadounidenses tienen una gran presencia en su gama de productos y gozan de una demanda creciente. Los arquitectos lo atribuyen a la tendencia del uso de especies estadounidenses en proyectos arquitectónicos a gran escala, así como a la popularidad del Modernismo estadounidense de mediados de siglo y al hecho de que son «maderas hermosas». La paleta de colores plasmada en la calidez del roble blanco estadounidense, en la profundidad del nogal negro estadounidense y en las opciones más claras del fresno y el arce duro estadounidenses también ofrece la variedad que les exigen sus clientes.

Como cualquier negocio exitoso, el tiempo es un recurso cada vez más escaso en IN-TERIA: «Los proyectos tienen plazos más cortos, las tarifas son competitivas y las decisiones deben tomarse con rapidez», explica Karryn. No obstante, no parecen inmutarse y se centran en seguir explorando y creciendo. Sus planes son, entre otros, crear una nueva aplicación destinada a los especificadores que les facilite la labor de seleccionar la madera, así como un juguete de madera de Tasmania; también quieren desarrollar su serie M de metales y sus series O y Lineal de maderas: «Queremos explorar materiales y maneras de fabricar, a la vez que seguir aprendiendo de nuestros propios proyectos arquitectónicos, y descubrir problemas que resolver y retos que alcanzar». 

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