Con tantos diseñadores australianos tratando de entrar en los mercados internacionales, conozcamos a uno que ha construido una marca a través del desarrollo de sus habilidades en cuatro grandes ciudades. 

Tras graduarse en Diseño de Muebles por el Real Instituto de Tecnología de Melbourne (RMIT) y pasar un año diseñando para el mayor fabricante de mobiliario urbano de Australia, Jarrod Lim, nacido en Melbourne, se dirigió a Milán. Con ayuda de la reducida financiación concedida por la Fundación Australiana en el Extranjero, encontró trabajo en el estudio pionero de diseño de Patricia Urquiola.

Allí tuvo la oportunidad de colaborar con un equipo multicultural que se centraba en las mejores marcas italianas, como Kartell y Alessi. También se le ofreció lo que consideró una libertad imprevista para innovar y experimentar, por lo que sus conocimientos de diseño y su formación le resultaron de gran utilidad. En este sentido, al poder colaborar con las fábricas y adelantarse a posibles problemas de fabricación, lo que iba a ser una estancia corta le llevó a ser contratado durante dos años en el centro de diseño más influyente del mundo.

Una vez finalizado este período, pasó un tiempo en Londres, donde trabajó en SCP, el principal fabricante de diseño y mobiliario, colaborando con profesionales de la talla de Jasper Morrison, Tom Dixon y Terence Woodgate, tras lo cual regresó a Melbourne. En su ciudad natal empezó a compartir sus conocimientos como profesor no numerario en su alma mater, además de la Universidad de Tecnología de Swinburne.

Sin embargo, su deseo de explorar nuevos mercados pudo más que él. Su silla Streamline ganó el prestigioso Premio al Diseño de Muebles de Singapur, lo que le permitió gozar de cierto reconocimiento e interés y le allanó el camino para montar su propio estudio en Singapur.

Ahora que ya lleva diez años en el Sudeste Asiático, Lim constata que su cosmopolitismo ha sido una fuente de inspiración, experiencia y perspectiva. Participa en una amplia variedad de proyectos, que van desde los interiores del hotel Oasia, dirigidos por Urquiola, hasta los progresos que realiza con su marca homónima. Este aventurero australiano que se encuentra cómodo con las marcas de diseño y los fabricantes de todo el mundo y que ha consolidado relaciones en todos los continentes, cosecha cada vez más éxitos.

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