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El punto ideal

The Smile («La sonrisa») es un pabellón urbano que creamos para el Festival de Diseño de Londres 2016, diseñado por la galardonada arquitecta Alison Brooks y con ingeniería a cargo de Arup, con los paneles de madera contra-laminada (CLT) más grandes jamás fabricados hasta la fecha.

The Smile va mucho más allá de ser una instalación creativa. Es la culminación de nuestros esfuerzos por demostrar que las maderas de frondosas pueden tener un uso estructural en edificios. A medida que reflexionamos sobre su éxito, somos más conscientes que nunca de la riqueza de oportunidades que ofrece la madera de frondosas, en particular la mecanizada, tanto en 2017 como en los años venideros.

Si bien la CLT se está convirtiendo en un medio de construcción ampliamente aceptado en todo el mundo, esta tecnología siempre se ha aplicado a la madera de coníferas. No obstante, The Smile ha desvelado el potencial de la madera de frondosas en este ámbito estructural. Y el tulipwood estadounidense —una madera abundante, ligera pero fuerte— se está posicionando como especie pionera idónea para la CLT de frondosas.

Hemos estado experimentando con esta especie única de madera de frondosas desde que en 2008 David Adjaye diseñara el pabellón Sclera; seguido unos años después por The Endless Stair, un proyecto en CLT diseñado por dRMM Architects y elaborado por Arup para el Festival de Diseño de Londres.

Con The Endless Stair aprendimos tanto que conseguimos llevar la CLT de frondosas hasta el estadio de producción industrial. Mientras que los paneles utilizados en The Endless Stair se hicieron con prototipos para la ocasión creados a mano y a medida, los paneles de The Smile fueron elaborados por la empresa alemana Zueblin con el uso de su línea de producción de madera de coníferas CLT.

El mes pasado, en la Conferencia Europea que celebramos en Copenhague bajo el lema «El futuro de la madera de frondosas estadounidenses», se exploró la idea del uso de madera de frondosas en la construcción, en una serie de seminarios con paneles de expertos. El ingeniero jefe de The Smile, Andrew Lawrence de Arup, calificó el tulipwood de la siguiente manera: «Es de baja densidad pero muy resistente, y aun así lo suficientemente suave como para soportar los miles de tornillos autorroscantes esenciales utilizados para construir The Smile». 

Esto representa un doble triunfo para la CLT de tulipwood. En primer lugar, esa madera es abundante, al representar de forma natural una proporción significativa de los bosques de frondosas. Y, en segundo lugar, la CLT utiliza las calidades más bajas de la madera, es decir, las que ya no se exportan para producción de muebles y que de lo contrario tendrían un mercado muy restringido. La CLT de tulipwood nos permite utilizar la madera de manera respetuosa con el medio ambiente y aprovechar la mayor cantidad posible de la que crece y se recolecta. 

El logro de The Smile no es solo que exhibe el uso de CLT de frondosas, demostrando lo excepcional que puede ser un edificio construido con ella, sino que somete a los elementos al mayor esfuerzo posible.

En palabras de Andrew Lawrence: «El tulipwood se posiciona como la especie de madera más efectiva para esta aplicación». Así que, ahora que pensamos en el futuro de las maderas de frondosas estadounidenses, deberíamos considerar la construcción como una nueva y magnífica oportunidad.