Las patas, mantienen la esencia estética de la silla. Son cilíndricas y finalizan, en el caso de las patas traseras, con una bola de madera en la parte superior. La variación aparece por el ángulo de las patas, en la silla tradicional están a 90 grados y en este modelo están anguladas favoreciendo la ergonomía.

El respaldo rectangular sustituye las traviesas típicas, de esta forma colocamos un elemento de fabricación actual pero que simula la estética de los elementos originales y que, por su forma, aporta al conjunto una sensación de ligereza y de modernidad.

En el asiento, se ha eliminado la enea y se ha sustituido por un tapizado con un patrón trenzado, dándole el mismo protagonismo a la base que al tapizado.