Inspirándose en la divertida historia del caballo encargado por Peggy Guggenheim, esta elegante silla curvada de walnut y hard maple estadounidenses reflejaba la forma de Allen Jones, para quien se había creado a medida. Una espiga insertada en el agujero de drenaje de la silla reclinable la convierte en inequívocamente masculina. Pero cuando Jones extrajo la espiga comentó que «copularía con una figura de molde hembra».