The Endless Stair, inspirada en los dibujos de Escher, es una instalación que parecía desafiar las reglas de la perspectiva. Pero a diferencia de las obras del artista gráfico holandés, cuyos diseños resultaron ser matemáticamente imposibles, The Endless Stair no solo era viable, sino que pudo construirse. 

Consistía en una serie de escaleras de madera con barandilla, entre las cuales unas viraban hacia la derecha y otras a la izquierda, que ofrecía una serie de rutas conducentes a un tramo superior que culminaba en una plataforma mirador.

Alex de Rijke, de de Rijke Marsh Morgan (dRMM), se ha comprometido a diseñar estructuras que no desperdicien materiales. Así, la idea que hay detrás del proyecto era en parte el deseo de que sus elementos fueran lo más respetuosos con el medio ambiente que fuera posible, lo que podía lograrse construyendo cada tramo de escaleras con elementos estándares; produciendo la menor cantidad posible de desechos; y reutilizando y reubicando el diseño, ya fuera en parte o en su conjunto. 

«Hemos tratado de elaborar los paneles con unas dimensiones que permitan laminarlos», explica. «Pueden cortarse simplemente sin desperdicios», añade Rijke. 

Por lo tanto, el reto de usar madera de una manera diferente parecía estar hecho para él, especialmente por lo que había escrito: «El desarrollo suizo, austríaco y alemán de las técnicas de construcción masiva de madera laminada (con resultados cada vez más refinados) están ahora desafiando la idea preconcebida de que la madera es un pariente pobre de la arquitectura moderna».