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EL DESEO

Richard y Ab Rogers encargaron una escalera que les permitiera posarse a una altura dentro de una habitación o en el exterior, y que fuese lo suficientemente cómoda como para poder escribir, mirar, beber, cenar, trabajar en un ordenador o incluso dormir. 

Inspirándose en la frase de M. Kundera: «La ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra y de su ser terreno», Ab y Richard pidieron a Xenia que diseñara una escalera que permitiera explorar los rincones más perdidos de una habitación.

También querían que fuera muy económica con los materiales. Les gustaba la idea de una escalera porque, según Ab Rogers, «es un simple esquema de cómo elevarse del suelo» y porque «toma prestada» su estabilidad estructural de una pared. Dado el deseo de poder HACER tantas cosas encaramado en la escalera, debía ser como una escalera para recoger fruta invertida: más ancha en la parte superior y más estrecha en la parte inferior.