El cherry estadounidense es una buena opción ambiental, al ser una madera muy deseable que, aunque está fácilmente disponible en los bosques de los Estados Unidos, en los últimos años se ha infrautilizado. Los datos del inventario forestal del Gobierno de los Estados Unidos indican que el volumen de madera en pie de cherry de los Estados Unidos es de 306 millones de m³, un 2,7 % del total de la madera en pie de frondosas estadounidenses. El cherry estadounidense crece a una tasa de 8,6 millones de m³/año, frente a la de extracción, que es de 3,5 millones de m³/año. Después de la extracción, en los bosques de los Estados Unidos se acumula un volumen adicional de cherry de 5,1 millones de m³ al año. La tasa de crecimiento del cherry estadounidense supera a la de extracción en todos los estados. La regeneración del cherry extraído en los bosques de los Estados Unidos para fabricar cada taburete lleva poco más de un segundo. 

La pequeña cantidad de madera contrachapada que se utiliza para crear la plantilla del taburete tiene un efecto relativamente insignificante en todas las categorías de impacto ambiental. En esta evaluación ambiental, el impacto completo de la madera contrachapada se asignó al primer taburete. Sin embargo, si el taburete se produjera para su comercialización, la plantilla de madera contrachapada se reutilizaría, por lo que el impacto ambiental se repartiría entre varios productos.