En un retorno al diálogo entre sus dos mundos creativos diferentes, Bacon y Cox doblaron, plegaron y entrelazaron tiras delgadas de madera para crear una impresionante instalación de tres metros de altura y nueve metros de longitud. La estructura se componía de un armazón semielíptico macizo, curvado con vapor, que albergaba listones de madera tejidos a mano. Las tiras de madera más delgadas continuaban en línea recta para formar grandes arcos expresivos que desarrollaban formas elegantes y sinuosas. 

El diseñador Sebastián Cox y la escultora Laura Ellen Bacon abrieron literalmente las fronteras de la instalación en una performance en directo que realizaron en 2016 en ocasión del Salone del Mobile, en el Porticato Largo Richini de la Universidad Estatal de Milán, durante el evento Interni Open Borders.