Una imponente estructura parecida a las creadas por Escher, hecha de madera laminada transversalmente de tulipwood estadounidense e instalada frente a la Tate Modern en ocasión del Festival de Diseño de Londres 2013. The Endless Stair fue tanto una escultura como un proyecto de investigación, que permitió avanzar en el conocimiento de la tecnología de la madera y la sostenibilidad. 

Equivalente a dos plantas de altura, la red de escaleras permitía a los visitantes disfrutar de la capital desde distintos puntos de vista, que daban a la galería de arte, el río Támesis, el Puente del Milenio que atraviesa el río y, al otro lado, la Catedral de San Pablo. También alentaba a la interacción social.